domingo, 20 de abril de 2008

Sincronización furciaca

El furciaquismo es un sentimiento que une. Es algo que se comparte, unos estatutos, un lema, un estilo de vida a seguir. Hasta ahí todos de acuerdo (bueno creo que con las entradas que llevamos os habréis percatado ya de que estamos muy unidas y esas cosas).

Tanto es así, que se llegan a los extremos de la sincronización, del pensar una misma cosa a la vez, de decirla también a la vez.
Así a bote pronto podréis pensar "pues vaya leche, ¡qué tontería!".

En verdad os digo (y me pongo bíblica y todo), que no es una chorrada pasajera. Hablo de sincronización sí, pero en este caso de la simultaneidad más puta que jamás podríais imaginar. No sabéis lo que puede llegar a joder el hecho de que justo cuando tengas una idea brillante, llegue Patts y te la jorobe haciéndola suya. Cuando tengas el plan de tu vida salte ella y lo suelte primero. Las frases más genialmente compuestas, con unos predicados tan currados que ni Dios las habría formulado mejor, justo cuando la tienes en la punta de la lengua y vas a pronuciarla...llega Patts y lo dice.

Y así con todo: onomatopeyas, decisiones espontáneas de a donde ir o qué comer, opiniones sobre cualquier cosa, citas famosas y refranes populares (incluso mal dichos a veces),..., en todo ello, coincidimos.

Dicen que eso se debe a que pasamos mucho tiempo juntas y que, por ese motivo, uno puede llegar a la telepatía y a veces incluso, si se dan las condiciones atmosféricas necesarias, a meterse dentro del cuerpo del otro con la consecuente visión desagradable que experimentan el resto de los mortales que pasean alrededor.

Diré que no es nuestro caso, o que de momento no hemos llegado a tales extremos, pero sí a la violencia. A veces, cuando estoy hasta lo que rima con moño y Logroño, me da por pegarle. No puedo controlar mis músculos. Ellos se rebelan por mí, y ante el shock cerebral que me causa el hecho de que ella quede por encima de mí, el resto de mi cuerpo actúa por sí solo. En esos casos, si la pillo cerca, puede que le de una patada, un puñetazo o una torta causando rápidamente en ella la respuesta verbal :"illa ¿qué haces?, ¡joé, no me pegues!".

Últimamente intento contenerme, y esto se ve en que me muerdo los labios o aprieto la mandíbula con todas mis ganas y los puños. También suspiro a veces, y en los últimos días, hasta he llegado a reírme y decir: "Ehhh......nada, nada, tía da igual. No pasa nada V, tranquila".

Yo sé que la violencia no lleva a ninguna parte pero me frustra de tal forma que no puedo evitarlo. Ya digo que es una reacción totalmente ajena a mis neuronas, pero el cuerpo es sabio y sabe defenderse.

¿Y lo tranquila que me quedo?.

PD: si coincidís conmigo en algo, salid corriendo. El hecho de soltar alguna parida a la vez es inevitable; lo que son evitables son las consecuencias. Y las hay, si no preguntadle a Patts.

2 comentarios:

Klover dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Klover dijo...

Doy fe de que lo de las coincidencias es cierto aunque...yo no ví demasiada violencia en Barcelona(bueno salvo cierta patadita avisadora de la llegada de Berto...pero está más que justificado ^^) aunque a lo mejor es que con la ilusión del viaje y tal...Uve se "suavizó" un poco...

Por cierto...¿todas las entradas son de Uve o me lo imagino yo?:)

Besotes a ambas!