Furciacas: Cascos

Nuestros objetos nos definen. Tengo la firme teoría de que los complementos que utilizamos día a día dicen algo de nuestra persona a los que nos rodean. Puede ser un colgante, un anillo, una chapa, un mono, unos calzoncillos que duren bien bien una semana...

En nuestro caso nos definen nuestros cascos. Bueno, hay que puntualizar porque los dos cascos son de vversus, pero siempre me deja uno cuando llega a recogerme porque si no la multa sería muy graciosa. Es por eso que el mio es el huevo quitamultas. Que de matarnos con la moto seguro que de mucho no sirve, pero no contaban con la pericia de la conductora, que es capaz de comerse un bordillo a dos por hora siendo víctima de un ataque de risa y cuarenta cervezas, o de resbalarse con la pátina de caramelos (sin caballos) que deja tras de sí la cabalgata de reyes, pero sin embargo nadie le gana en esto de controlar una vespa, porque las conoce hasta el punto de oir el ruido del motor de una vespa a ciento cincuenta kilómetros de distancia mientras está dentro de una discoteca en la que sólo ponen reguetón y con el viento en contra. Y si no ha bebido mucho te sabrá decir hasta de qué color era.

El caso es que siendo tan parte nuestra los cascos, no podía ser de otra manera y ya tenemos nueva entrega de nuestros videos bizarros. De hecho la idea surgió de una cabeza pensante que estaba dentro de uno de ellos mientras hacía el trayecto en moto hacia mi casa.


Es lo más normal del mundo. No podemos evitarlo.