Año furciaco

Hace un año que esto no se actualizaba. Hoy, mi otro yo, ente polivalente en turismo, arte, italiano, traducción y barras de bar, ha decidido dar la bienvenida al nuevo año con una entrada de blog desgarradora: la muerte del blog y con el de las furciacas internautas.

Y yo, en un descanso de mis quehaceres a los que he dedicado parte de 2009, año oscuro para el furciaquismo como bien ha comentado mi colega, me he dispuesto a responder. Por qué no hacerlo por aquí mismo...

NO!. Ese es mi juicio. Me niego a que esto muera; de hecho me propongo continuarlo. ¿Y si 2010 fuera de nuevo un año de esplendor para el poder furciaco?.

Mírale, él no quiere que esto se acabe. Milky es feliz y su cara refleja esa sonrisa imborrable con el paso del tiempo que siempre nos identificó. Porque, pese a que el tiempo pase, las vidas cambien y en esos procesos también se modifiquen nuestras circunstancias personales (y ahora en vez de salir un lunes y volver a casa un miércoles nos dediquemos a escribir ponencias sobre suelo industrial y hacer trabajos de mitología) ... ¿por qué no va a haber cabida para el furciaquismo más surrealista?.

Esto no se acaba. Yo no quiero, y aquí o fo**amos todos o la Patty al río!.

Furciacas vuelven, con exámenes o sin ellos, con novios o sin ellos, con más kilos o con menos, pero con el mismo sentimiento de siempre. El de reírnos y pasarlo bien en cualquier momento.